Entender la Educación Ambiental como área educativa dirigida sólo y exclusivamente al usuario infantil y juvenil es un error de partida muy común producto del desconocimiento que gran parte de la población tiene de los recursos que poseen los centros de educación ambiental y turismo rural.
La Granja Escuela Encinar de Escardiel lleva desde sus inicios, más de 20 años, desarrollando programas de Educación Ambiental para una capa de la población que cada vez demanda más un acercamiento y/o una vuelta al medio natural, nuestros Mayores.
Las actividades medioambientales dirigidas a mayores desean alcanzar que nuestros mayores tengan la posibilidad de acercarse a su entorno más próximo, a través de un cúmulo de motivaciones relacionadas con labores y transformaciones que parten de los recursos de su Medio, de la recuperación de sus tradiciones y del contacto directo con el entorno natural.
Un mayor poder adquisitivo y sobre todo una mayor formación académica de la población mayor genera una conciencia y preocupación por su entorno y el medio ambiente en general, ello está posibilitando el buscar nuevas experiencias que huyan de los viajes programados típicos de sol y playa y el redescubrimiento de los entornos naturales y los recursos sostenibles.
Encinar de Escardiel desarrolla programas y estancias para mayores que facilitan el contacto con la naturaleza, el huerto y la granja ecológica, la realización de talleres de productos naturales con los recursos del bosque mediterráneo y la práctica de actividades deportivas en el medio natural.
Pero no son sólo actividades enfocadas al mayor sino también al disfrute en familia desde una perspectiva intergeneracional, en las que abuelas, abuelos, madres, padres y los más pequeños disfrutan de una experiencia completa e intensa que perdura en el tiempo gracias a una clave fundamental, las emociones que generan la vivencia en familia de experiencias en el enclave natural en el que se haya inmerso Encinar de Escardiel.
Nuestros mayores son una pieza fundamental de la sociedad, agentes activos de cambio a los que debemos facilitarles la participación en nuevas experiencias en las que ellos sean los grandes protagonistas, porque aún pueden aprender y sobre todo porque tienen mucho que enseñar, toda una experiencia vital.