La Dehesa supone un sistema de explotación en consonancia con los valores medioambientales que en la actualidad se mantienen, dando respuesta  a objetivos como el desarrollo rural, la protección del medio ambiente, la conservación los paisajes, el cuidado en el bienestar animal, la mejora de la calidad de los alimentos y la conservación del patrimonio cultural.

Los bosques mediterráneos de quercíneas de antaño fueron aclarados para aumentar las áreas de pastos y así generar una explotación extensiva de ganado, favoreciendo simultáneamente la agricultura y el aprovechamiento de recursos forestales y cinegéticos, convirtiéndose en un sistema agrosilvopastoril sostenible. Los árboles extraen los nutrientes del suelo, depositándolos luego en forma de hojarasca para ser aprovechada por las especies herbáceas que retienen la humedad del suelo y dificultan la erosión. El ganado aprovecha las hierbas y los frutos, fertilizando las tierras con sus excrementos, cerrando el ciclo algunos organismos descomponedores.

Beneficios directos de la dehesa

La ganadería es el principal aprovechamiento de la dehesa. Es un tipo de ganadería extensiva que mantiene un equilibrio con el entorno y que permite la renovación estacional de los recursos y que por lo tanto podría definirse como sostenible. Es una actividad tradicional en Andalucía, que en gran medida ha sido desplazada a los lugares donde la presión en el uso del suelo es menor. Los pastos naturales o cultivados son aprovechados por las cabañas ganaderas en forma de distintas razas adaptadas estrechamente a las condiciones del lugar, es el caso del cerdo ibérico, la vaca retinta o la oveja merina.

La agricultura complementa al uso ganadero siendo muy frecuente la siembra de cultivos forrajeros. Se obtienen también productos como el corcho, la madera,la leña y el carbón vegetal, ramón y bellotas para el ganado, curtientes, miel, plantas aromáticas y medicinales, palmito, espárragos, setas, caza mayor y menor.

Beneficios indirectos de la dehesa

  • Conservación del suelo y regulación del ciclo del agua. Las raíces de la cubierta vegetal retienen el suelo impidiendo la erosión. Al caer la lluvia el agua es retenida permitiendo su entrada en el subsuelo.
  • Prevención de los incendios debido a la distribución del arbolado y escaso matorral.
  • Mejora de la calidad del aire y de las condiciones climáticas.
  • Conservación de flora y fauna. Servir de hábitat natural a especies amenazadas  como el águila imperial o la cigüeña negra.
  • Valor paisajístico. Se trata de uno de los paisajes más representativos de nuestra comunidad.
  • Uso recreativo y turismo rural.
  • Uso educativo, cultural y científico.

Algunos de sus problemas

En la actualidad la Dehesa se está enfrentando al problema del abandono, dejando campo abierto al matorral y al envejecimiento de encinas y  alcornoques, esto tiene consecuencias como potenciar los incendios forestales y la propensión a plagas y enfermedades.

La escasez de pastores y vaqueros y la desaparición progresiva de la transumancia ha provocado el cercado de las dehesas y la producción de ganado monoespecífico. El sobrepastoreo y el uso inadecuado de maquinaria para el desbroce no selectivo daña a la dehesa.

Con la intensificación de la agricultura en los lugares con suelos más fértiles los árboles fueron desapareciendo a favor de los cultivos dando lugar a la Campiña,  quedando relegadas las dehesas a las sierras y terrenos menos productivos.